Estamos ante un cruce de “C.S.I.”, “Enemigo Público” y “Regreso al futuro. “Déjà Vu” es una película puramente veraniega que se ha colado en el calendario navideño.

★★★☆☆ Buena

Déjà Vu

Señores, estamos ante un cruce de “C.S.I.”, “Enemigo Público” y “Regreso al futuro”. Ahí es nada. No estaba muy seguro si la premisa principal del film era ver a Denzel Washington detrás de una trama terrorista, y al final te das cuenta que nada de nada: de lo que va realmente es de viajes a través del tiempo. Este film es una perfección de Tony Scott sobre la obra de Tony Scott: montaje rápido, acción continua y toda la estética de las mejores producciones de Jerry Bruckheimer. “Déjà Vu” es una película puramente veraniega que se ha colado en el calendario navideño, y como tal hay que verla. ¿Por qué ha sido un fracaso de taquilla?, tal vez os ayude a entenderlo tras leer esta crítica.

Para seguir hablando hay que saber un poco qué cuenta Scott: El agente Carlin (Washington) se encarga de la investigación de un suceso que no os voy a desvelar. Dicho suceso es tan cruel como inexplicable, por lo que las diferentes pistas seguidas por Carlin lo llevan a un nuevo método de investigación del gobierno que proporcionará al protagonista la posibilidad de alterar el curso del tiempo…y como decía aquel, hasta aquí puedo leer.

Es difícil no destripar aspectos importantes del film, ya que de lo contrario, una sinopsis muy amplia os llevaría a mirar de reojo las intenciones de Scott. Cuando asistes al desarrollo de la historia paso a paso vas entrando en lo que realmente quiere el director para el público: aceptar que la realidad puede ser tan fantasiosa como posible. Me explico y retomo el hilo de los tres pilares y referentes del film. “C.S.I.”: La investigación de Carlin es tan precisa como la de los forenses televisivos, y se nota la mano de Bruckheimer en estos lares, no en vano es el creador de la franquicia catódica. Es un recurso muy efectivo, pero mi “déjà vu” comienza cuando ya he visto demasiado Grissom como para sorprenderme. “Enemigo Público”: evidentemente la aparición de varios ratones de biblioteca con predilección a los monitores y satélites evoca en mí al magnífico Seth Green del film que el propio Tony Scott realizó con Will Smith y que ahora copia de forma obvia, pero claro, ¿cómo se copia cuando eres el creador del original?. Y diréis ¿lo de “Regreso al futuro”?. Imposible no recordarlo en el último tercio del film. Ya me contaréis.

El tema del viaje en el tiempo es tan antiguo como el propio cine, y este film no os va a descubrir nada nuevo; sin embargo, jugar con este género conlleva que las cosas las tengas muy bien atadas hasta el final, y se podría decir que tras más de media película bastante consistente, todo se va al garete en la última media hora. Al final todo lo concerniente a 4 días y medio (ya sabréis de lo que hablo) queda reducido a un par de horas, lo cual no he llegado a comprender. Muchos cabos quedan sueltos y la resolución final viene consumada porque no hay otra manera de acabar, pero no porque todo esté explicado.

Dejando aparte el siempre polémico tema de lógico o no lógico, el resto de los aspectos de la películas son indiscutiblemente entretenidos. No es una película de política o de sentimientos humanos. Denzel Washington bordó un papel salvajemente real en la magnífica “El Fuego de la Venganza” del mismo director, y ahora se introduce en lo fantástico resolviendo la papeleta de igual forma. Cuando Denzel se pone serio lo conocemos y evita el papel de poli hiperactivo con cuerpo de metal líquido. Debo reconocer que empiezo a cansarme de que lleve siempre la misma actitud de mujo en sus últimos trabajos, pero no le pondré ningún pero hasta que no sea realmente tedioso.

Menos el villano del film, que está soberbio a pesar de no desvelar su identidad, el resto del casting es, como casi siempre, errático. Val Kilmer sale lo suficiente como para estar correcto, y Paula Patton es ese descubrimiento al que veremos en los próximos años protagonizando auténticos blockbusters. Adam Goldberg recoge el testigo que Jack Black y Seth Green dejaron en “Enemigo” y debo decir que este actor siempre ha sido uno de mis preferidos tras encarnar al compañero psicótico de Joey en “Friends”. Un contrapunto eficiente al siempre hermético Washington.

Quizás tantas películas al año me hacen un poco más puntilloso, pero a pesar de todos los agujeros que quedan al final de “Déjà Vu”, no se le puede discutir que la acción te lleva en volandas hasta las 2 horas y 8 minutos que le llevan a Tony Scott contar una historia que, como buena traducción de su título, te hace recordar unas cuantas más, y por esto quizás el público dé la espalda a lo ya contado mil veces, y ello a pesar de que la mezcla, rebozo y agitado aplicado al producto termine dejándolo nuevo, nuevecito…
publicado por Bloody Will el 6 diciembre, 2006

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