La alianza del mal
Una fiesta llena de excesos, rubias despampanantes, musculitos por doquier, algún que otro muerto… nada nuevo. La alianza del mal es el nombre de este Thriller sobrenatural que narra las peripecias de unos jóvenes que para vivir a todo tren no se les ocurre otra que hacer un pacto con el demonio o alguno de sus acólitos.De verdad que no sé qué es lo que les ocurre a los guionistas de Hollywood, por qué desprecian una y otra vez al espectador y le ofrecen subproductos plagados de tópicos, sin la más mínima originalidad y que más que películas parecen odas a la silicona y los esteroides. Y lo peor es que la respuesta a la pregunta que acabo de formular está implícita en la misma: se siguen haciendo estos bodrios porque la gente sigue yendo a verlos. Es un círculo vicioso, parecido al de los programas del corazón, donde parásitos sin oficio ni beneficio se llenan los bolsillos a costa de vender basura. La alianza del mal no tiene por donde cogerla: su argumento es prácticamente inexistente e inconexo entre sus partes; de los intérpretes ya he dicho bastante, ya que cualquier parecido con un actor es mera coincidencia.
Mención aparte merece el director Renny Harlin, una persona que ha dirigido títulos de cierta envergadura que se ha prestado a hacer el ridículo insultando al espectador con este bodrio que parece rodado sólo para aquellos que padezcan de idiocia. Y es que ya ni se molestan en crear unos efectos especiales decentes, que era la justificación que se utilizaba para justificar estos mamarrachos. Iba a decir que es una película típica de la clase b, pero sería un insulto para El vengador tóxico y otras similares, que al menos te hacían esbozar una sonrisa. Porque la única realidad es que La alianza del mal es un desecho cinematográfico, una insufrible sucesión de imágenes cuya única virtud es la de no durar demasiado. De vergüenza.
Lo mejor: El desfile de cuerpos atractivos entretiene la vista un poco al principio.
Lo peor: Que se sigan rodando y publicitando bodrios como éste.