Arthur y los Minimoys
Luc Besson dirige esta película basada en sus propios libros en lo que se comenta será su última incursión en cine como director, aunque algunos rumores apuntan que podría volver a ponerse tras las cámaras para dirigir su secuela. Nos cuenta esta película la historia de Arthur, un chico que vive con su abuela en una casa alejada del pueblo cuyos padres lo tienen más bien abandonado y su único consuelo es vivir fantasías gracias a los libros de viajes e inventos de su abuelo por África. Pero la tranquilidad se verá amenazada cuando descubre que debido a las deudas de la abuela por mantener la casa se verán desalojados en cuarenta y ocho horas. Arthur pondrá todo su empeño en la búsqueda de un tesoro escondido por su abuelo, pero para ello tendrá que viajar al diminuto mundo de los Minimoys.La película mezcla acción real con la acción en forma de dibujos por ordenador de forma totalmente coherente y perfectamente complementada la una por la otra. Y es precisamente en está última donde se genera toda la acción más trepidante y donde Arthur vivirá grandes aventuras, todo ello con una animación conseguida hasta el detalle y un diseño de personajes realmente logrado, se pueden apreciar cabellos y pecas muy bien perfilado en el rostro de los protagonistas y la princesa es realmente guapa, uno de los rostros femeninos más bonitos vistos en animación.
Luc Besson sabe manejar la acción, y aquí lo demuestra de nuevo manteniendo todo el film un ritmo trepidante sin apenas descanso. A lo sumo podemos achacarle algún desliz de guión, sobre todo el de la cuerda de la navaja que canta bastante, pero en general mantiene un buen nivel.
A pesar de estar dirigida a un público infantil, Arthur y los Minimoys es perfectamente disfrutable para cualquier edad y es sin duda uno de los film de animación del año junto a Monster House y Cars, a falta aun de ver Happy Feet.
Lo mejor: Todas las escenas de animación de una calidad sorprendente.
Lo peor: Algún desliz en el guión, perfectamente perdonable.