La película trata de cuatro chavales menores de dad (de esos que tienen los pelos de los huevos canos pero que tratan de convencernos que son menores) que descienden de cuatro de las cinco familias de Hijos de Ipswich. Al parecer a los trece años tienen poderes de esos malignos, pero al cumplir los dieciocho eso se vuelve la repanocha y son casi invencibles. En lo que esperan a que llegue ese feliz momento, comienzan a pasar cosas inexplicables en el pueblo, por lo que sospechan de ellos mismos.
En sí, lo que es la película me entretuvo bastante, pasando un buen rato. Tiene unos efectos especiales suficientes, sin excederse para nada, con un guión que se deja seguir. Los actores no lo hacen demasiado mal, sobretodo para lo que me esperaba de un simple visionado del cartel. En el plano negativo, un par de cosillas. Por un lado lo que ya he mencionado de la edad, dado que estos tienen diecisiete años en cada pierna, y esto me mata con patatas. Y por otro lado que han sacado a cuatro cachitas afeminados que distan mucho de lo que esperamos como la alianza del mal. No se, el mal parece como más “machote y peludo”, ¿no?
Resumiendo, peliculilla de acción y medio miedo, de buenos y correctos efectos especiales que se deja ver bastante bien. Lástima de actores pasados de edad, que la cosa podría haber sido mucho mejor. Oye, y que es bien cortita.
Lo mejor: Los 3200 primeros mamporros.
Lo peor: Que a partir del 3201, la cosa se hace repetitiva, y eso que le queda hora y veinte de película.