El camino de los ingleses
Esperaba con curiosidad y ciertas ganas el estreno de la nueva película de Antonio Banderas como director. Su debut, “Crazy in Alabama” me parece una buena película, interesante y muy bien dirigida así que la intención de Banderas de contarnos una historia sobre la Málaga de su infancia hacía presagiar una emotiva película.No es que esperase una obra maestra pero sí una buena película. Tras los primeros comentarios, en general no muy positivos, rebajé un poco mis expectativas. Pero lo que no me esperaba bajo ningún concepto es un ladrillo de este calibre, un tostón, un auténtico espanto como el que me encontré. Podría hablar durante horas de lo mala que es la película pero intentaré ser breve y conciso, algo que la película no es.
Ante todo si alguien comete la imprudencia de ir al cine a verla, es mejor que esté avisado de que en los primeros 20 minutos no sucede absolutamente nada. Nada. Imágenes presuntamente poéticas, una tras otra y poco más. Pero cuando comienzan a pasar cosas y la historia arranca, aún es peor porque cada situación es más ridícula que la anterior.
Los personajes están muy mal definidos, no tienen ningún sentido, y es realmente difícil sentirse mínimamente identificado por ese montón de tarados cuyo comportamiento no está en absoluto justificado ni explicado. Eso sí, todos se la dan de filósofos que parece que ahora está de moda.
Ni qué decir tiene que los actores no pueden hacer nada con estos personajes así que me quedo con la duda de saber si son buenos o no. Lo que sí me queda claro es que la dicción sigue siendo una de las cuentas pendientes del cine español.
La película es tal despropósito argumental que me vino a la cabeza “Mulholland Drive” pero con la diferencia de que, incluso cuando no tiene sentido, el cine de Lynch tiene magnetismo, atmósfera, engancha y no aburre. Banderas no consigue lo mismo y ni siquiera estoy seguro de que lo haya intentado. De hecho no tengo claro qué es lo que ha intentado.
Lo peor, en mi opinión, de la película no es ya su guión o sus actuaciones o su lentitud o su dirección. Lo peor de todo es su pretenciosidad, su intención de ir de profunda y artística. He llegado a plantearme el poner puntuación negativa así que con eso lo digo todo. Pero como la banda sonora no está nada mal me he decidido a no hacerlo.