Brick
No mentiría si dijera que uno de los grandes problemas, por no decir el mayor, de la industria hollywoodiense actual, es la escasez de ideas originales y atrevidas. Los productos más interesantes nos llegan en su mayoría a través de la pequeña pantalla, la televisión se está convirtiendo en una fuente de ideas constante para el mundo del cine. Todos los años salen un par o tres de series de gran calidad. Una de las series más interesantes de los últimos años es Verónica Mars, de la que ya me habrán leído alguna vez escribir sobre ella. Una serie que consiguió muy bien trasladar el espíritu del que gozaba las primeras temporadas de Buffy Cazavampiros, añadiéndole toques del mejor cine negro, lo que se ha venido a llamar el teen-noir. Y hay está, en parte, el éxito de Verónica Mars en saber conjuntar de forma tan brillante, dos mundos, en apariencia totalmente distintos como son el cine negro clásico y las películas y series sobre adolescentes, añadiéndole el factor de serial que tiene la televisión, y el poder ofrecernos cada semana un trozo de ese misterio.En este año que ya hemos dejado atrás, nos ha deparado muchas decepciones, pero también alguna que otra sorpresa, películas de las que a priori se esperaba poco o nada, o de las que incluso desconocíamos su existencia, una de esas gratas, gratísima sorpresa es “Brick”, la película del novato y prometedor realizador Rian Johnson, lo más cercano que podemos encontrar a Verónica Mars en el cine, pero a diferencia de esta, “Brick” se aleja mucho más del teen y se acerca al cine negro, algo que en un principio le puede quitar realismo, pero que hace de “Brick” un producto más entero y en ocasiones divertido con unos toques de humor realmente logrados. En “Brick” nos encontramos todos los tópicos sobre cine negro y cada uno de sus personajes, el detective atormentado, la femme fatale, el compañero confidente, el “mafioso”, el matón… pero en esta ocasión se trata de simples adolescentes. Brick no solo desmitifica el género en cuanto a sus personajes, si no también en sus localizaciones, aquí no existen los callejones oscuros de grandes ciudades como Chicago o Los Ángeles, aquí nos encontramos en un pequeño pueblecito del sur de California, y las acción nos sitúa en largos pasillos de instituto, grandes espacios abiertos, campos de fútbol, largas carreteras, etc… La atmósfera recuerda en ocasiones al cine de los Coen y al de David Lynch (para mayor ejemplo la casa de The Pin) y es que se asemeja a la sordidez de “TP: Fuego Camina Conmigo” y en general a la elegancia visual de David Lynch y su cine.
Brick es uno de los productos más originales, atrevidos y frescos del pasado año, todo lo que no consiguió De Palma darnos con su Dalia Negra, nos lo ha dado Rian Johnson en Brick, una película oscura, inteligente, enrevesada, extraña e hipnótica. Un film rodado con un inmenso sentido de la elegancia y el pulso narrativo, con escenas geniales como la pelea del protagonista con el líder del equipo de fútbol o la persecución por los pasillos del instituto. Dos pequeñas muestras de las virtudes de Brick y de lo que un futuro nos puede ofrecer Rian Johnson.