Banderas de nuestros padres
La cuestión la planteaba una vez un amigo de esta manera: si todos los jugadores del Madrid los contratara el Barcelona ¿qué tendrías que hacer? ¿Te cambiarías de equipo y te harías del Barcelona? La respuesta es que los jugadores no son el equipo ¿No? Un fotógrafo sacó a seis tipos en su foto. Luego, cuando la foto se hizo portada, todo el país quería agasajar a los héroes. Se descubrió que los que salían en la foto no eran los que pusieron la bandera, eran los que cambiaban la bandera al día siguiente. ¿Importa eso? Eastwood dice que un bledo.Es la paradoja de Kubrick a la inversa. En "Senderos de Gloria", un batallón se niega a avanzar sobre la Colina de las Hormigas y en vez de fusilar a todos, se forma consejo de guerra a cinco sorteados al azar. ¿Es justo que paguen esos cinco infelices?
Eastwood se ha hecho fama de buen narrador con sus últimas películas. Pero alguien tiene que decir que ha hecho una parada en el camino. Lejos de narrativa "Banderas de nuestras padres" es una reflexión pura y dura, y, si lo quieren con un término coloquial, un ladrillo. En "Million dollar baby" sobraba la reflexión de Morgan Freeman que juzgaba al protagonista con su voz en off; en "Banderas de nuestros padres" hay más reflexión y menos historia todavía.
De hecho, ni siquiera me convence la reflexión. Viene a decir que lo heroíco no es la foto o la lista de los soldados que de verdad enarbolaron la bandera: lo heróico es la historia real de lo que pasó. Yo creo que lo heroíco no es nada de lo que cuenta esta película, a menos que "heróico" se haya convertido, de repente, en un sinónimo de "mediático".