Zombies party
Dawn of the dead es un producto más que decente y entretenido y que nos sorprendió a muchos por su lograda tensión y abundante sangre y humor negro. Y claro, si llegan las parodias de este tipo de películas muchos creemos que tienen que ser en plan Scary movie (por cierto, que no tienen pinta de parar nunca… mientras haya películas que parodiar).Sin embargo los ingleses consiguen siempre sacar un as de la manga. Cogen un éxito como el de los zombies, lo adaptan y le añaden mucho más humor negro pero elaborado. Mucho humor inglés bien escrito y guionizado. Y el resultado es Shaun of the dead, título con mucho más juego que el “españolizado” Zombies party.
Shaun es un treintañero con una vida aburrida y monótona. Vive con un amigo de la infancia que sólo juega a la consola, tiene una novia que le reclama más compromiso, una madre adorable y un padrastro odioso. Pero cierto día, la gente empieza a hacer cosas raras. Parece que están todos enfermos, se les vuelven los ojos blancos y andan de forma torpe. Hasta que Shaun y su amigo se dan cuenta de que están rodeados de zombies pasa una media hora bastante normalita con alguna que otra sonrisa y destello ingenioso. A partir de “la chica en el jardín”, el protagonista apático se torna en alguien decidido, un héroe que quiere rescatar a su madre, salvar a su novia y llevarlos a todos a un sitio seguro hasta… hasta no se sabe qué.
Sin dejar de lado el aspecto gore de las películas de zombies (hay alguna que otra secuencia bastante explícita y asquerosilla), esta película es estupenda por el humor negro que desprende. Si Starship Troopers era otra obra de un gran sarcasmo (confundido con un tono fascistoide) en la que podíamos ver a jovencitos prototípicos y guapos metidos a carne de cañón de bichos asqueroso y sanguinarios, esta película divierte por ver personajes tan cercanos y vagos metidos a héroes de medio pelo. El guión es una gran comedia que explota al máximo los tópicos de los zombies; eso si, los lleva a su extremo más sarcástico sin perder el respeto por el género que trata.
De hecho hay algún que otro momento dramático (demasiado dramático pero insalvable) que hace caer mucho el ritmo. Pero este día del apocalipsis hace terminar el visionado con una sonrisa y un sketch final que te deja con la idea de que algunas parodias pueden convertirse en buenas comedias.
Lo mejor: El guión y el buen hacer del director, Edwar Wright, coguionista junto al protagonista, Simon Pegg.
Lo peor: Momentos dramáticos demasiado estirados que no pegan demasiado.